30 de agosto de 2011

DIOSES DE TERCIOPELO

Shakira agarraba el volante de su coche con firmeza mientras la carretera a Montserrat se desplegaba ante sus ojos. Gerard Piqué tenía vacaciones y ella había logrado convencerlo para visitar uno de los lugares de la tierra donde más se concentraba la catalanidad: Montserrat. Tenía también muchas ganas de ver a la virgen de Montserrat, La Moreneta. Le gustaban las vírgenes exóticas y la negritud de La Moreneta la hacía casi tan apasionante como La Sicaria, una virgen cocalera y guerrillera que ella adoraba desde que tenía uso de razón. 

Era feliz. El día de septiembre que habían elegido para viajar era radiante y además estaba con su amor. ¿Qué más podía pedir? Para amenizar el viaje, Piqué decidió llevarse una sopa de letras con la que llevaba unas semanas atascado. Shakira le observó un instante con arrobo. El futbolista no se dio cuenta, ya que estaba concentrado tratando de descifrar el siguiente código:

XZVRDFPELOTAHVXYDM

Cuando Shakira volvió a mirar hacia la carretera una extraña neblina comenzó a formarse ante sus ojos. Durante cinco minutos no pudo ver nada más que una sólida y asfixiante grisura a su alrededor. Se sentía muy inquieta pero tuvo miedo de molestar a Gerard: sabía por experiencia propia que se enfadaba mucho cuando le interrumpían en sus procesos mentales. Por fortuna, la niebla terminó por disiparse y pronto se encontraron ante la puerta de una cueva. Le extrañó mucho el hallarse allí, ya que creía que se dirigían hacia el monasterio. "En fin- pensó- más intrincada es la jungla colombiana".

-Ya llegamos, my sweetheart - informó la cantante con alegría-. 

Piqué sonrió de forma deslumbrante aunque pronto su expresión se agrió. 

-Cariño, bullate mío, creo que prefiero jugar a encontrar las siete diferencias -expresó el futbolista con tono apesadumbrado-. 

-Claro, mi maní, laissez faire, laissez passer. No fuerces las cosas: es un consejo que me dio de chiquita Gabriel García Márquez .-Shakira siempre estaba dispuesta a aportar sosiego.

-Gracias, amor, pero es que nunca me he fiado de los consejos de un árbitro. Lo siento- repuso el defensa frunciendo el ceño. 




Shakira puso los ojos en blanco y apretó los dientes. En ese momento le pareció estar recordando con añoranza la tortuosa relación que mantuvo con El mono Jojoy, el malogrado líder de las FARC. Meneó la cabeza para apartar esa idea de sí. Apagó el motor y descendieron del coche. Gerard decidió entrar en la cueva y Shakira le siguió, desechando la idea de cualquier posible precaución. 

La cueva olía mucho a humedad y estaba llena de estalactitas. En una pared podían verse unas letras grandes pintadas con color rojo. Parecían haber sido escritas hace mucho tiempo. El trazo irregular indicaba que habían sido pintadas con pulso tembloroso. Las letras componían la siguiente oración:

AQUÍ ESTUVO JOSÉ LUIS LÓPEZ ARANGUREN. SE FUMÓ UNOS PORROS Y LEYÓ A SANTO TOMÁS. VIVA MI POLLA.


Pronto oyeron un ruido que parecía provenir del final de la cueva. Se acercaron con algo de temor y se dieron de bruces con María Antonia Iglesias.

-¡¡Osti, el amo del calabozo!! -exclamó Piqué. 

María Antonia curvó la boca hasta que compuso una expresión de asco. A través de sus dientes de barracuda se limitó a mascullar:

-Subnormal.

Shakira terció -como siempre pacificadora- y le dijo a María Antonia que no querían molestar:  su intención era ir al monasterio para ver a La Moreneta, la niebla había aparecido en la carretera y no sabían bien cómo habían terminado allí. Mientras la cantante se excusaba observaba fascinada la figura de la tertuliana: se había teñido el pelo de color púrpura y vestía una túnica de terciopelo rojo. 

-No molestáis, hijos de puta -interrumpió María Antonia, impaciente.- Todo tiene un sentido. Lo primero que tengo que deciros es que soy María Antonia Iglesias. Solo respondo ante Felipe González y ante Dios. No me toquéis mucho la figa y seguidme. 

Obedecieron y la siguieron hasta el final de la cueva. Allí estaba La Moreneta, nimbada por lo que parecía ser un halo mágico. En realidad era un neón que María Antonia había robado en un pub de Salou. Si no, no se veía una mierda, aclararía más tarde. Lo cierto es que era un poco extraño ver a la patrona de Cataluña bajo las palabras LA FIESTA. Pronto se acostumbrarían a ello.

-A ver, os explico -Prosiguió María antonia tras un carraspeo-. No me entretengáis mucho que hoy tengo programa: me toca hablar de un transexual que ha abortado en Campo de Criptana. Como me jodáis mis colaboraciones os parto el alma. Bueno, que me pierdo: soy la sacerdotisa arcana de Montserrat y custodio a La Moreneta desde que se destaparon los GAL. El ídolo que podéis ver en el monasterio es una copia. Ésta, que es la original, se la llevaron de allí . ¿Por qué? Os preguntaréis. Porque la imagen que yo custodio habla y expresa sentencias. Un día la escuchó un monje benedictino, se acojonó y se la llevaron aquí. Y a mí me sacaron de TVE para estar con ella. 

-Qué miedo -dijo Shakira con la intención de quitar tensión al momento. También lo dijo porque le daba algo de repelús, la verdad. 

-De miedo nada -repuso la sacerdotisa-. Si ésta es una cachonda. -Al decir esto le propinó una colleja a la virgen que la hizo tambalearse levemente. Por unos segundos, Shakira temió que  cayese al suelo. Piqué no se enteró porque estaba lamiendo un carámbano-. Lo que pasa es que los benedictinos son unos cagaos. A mí, como comprenderéis, me da igual: mientras me paguen... Eso sí, ni color comparados con los dominicos. Ésos sí que tienen sangre en las venas. No como éstos, que lo que tienen es horchata...


Shakira rió de un modo excesivamente frenético, sin duda para aliviarse de la tensión acumulada y expresó: "Ya me extrañaba a mí que La Moreneta fuese malvada. Pero si es la p atrona de Cataluña, la terra que tan bé m'ha acollit". Tras este cumplido a ningún destinatario en particular, la colombiana sonrió al vacío, todo dientes. Lo había ensayado muchas veces frente al espejo y ahora le salía en los momentos más insospechados. 


María Antonia tosió un par de veces y dijo: "Venga, qué queréis preguntarle a la Virgen, que el tiempo vuela". 


-Sí, sí, sí, yo, yo, yo quiero -dijo Shakira-. Quería saber si voy a encontrar pronto a Dios. No sé, necesito respuestas: ¿por qué permite que existan las FARC? ¿Qué me llevó a cantar a dúo con Miguel Bosé?


Se hizo un largo silencio. Fueron unos segundos pero parecían condensar la eternidad. Bruscamente, la virgen abrió los ojos y la boca pareció desencajársele de un modo grotesco. Tras otros segundos, al fin, La Moreneta habló:


-A Dios lo vais a encontrar fuera de la cueva, por las FARC ahora mismo no me viene nada y respecto a lo de Miguel  Bosé... No te entiendo, hija, si vas bien de dinero, vives desahogadamente. No le encuentro ninguna explicación, la verdad. 


-Gracias, gracias, virgencita mía, buscaré a Dios, claro que sí. -La cantante estaba visiblemente emocionada-. Si quiere una ofrenda de cocaína, pues creo que aquí traigo unas puntitas...


-¡Qué cocaína ni qué niño muerto! -Respondió indignada la patrona de Cataluña-. ¿Quién te has creído que soy? ¿Kate Moss?


-Perdón, perdón, mi virgencita, es que en mi país le hacía esas ofrendas a mi virgen, La Sicaria, y como la figura de la virgen no deja de ser un arquetipo universal...


-Calla y no la cabrees -terció sabiamente María Antonia. Señaló con la cabeza a Piqué mientras se arremangaba la túnica-. ¿El zángano éste no quiere preguntar nada?


Gerard la oyó. Dejo de lamer el carámbano, se incorporó con rapidez y, tras pensarlo durante unos segundos, soltó al vuelo la siguiente pregunta: "Sí, sí que voy a preguntar algo: las estalactitas...¿Son las que crecen hacia arriba o lo hacen hacia abajo?" Lo siguiente que pudieron recordar es a ellos dos huyendo de las patadas de la sacerdotisa y del atronador grito de la Virgen, que repetía sin cesar: "¡¡¡Sácalos de aquí, enana!!! ¡¡¡Que me conozco y estoy muy loca!!!






Caminaron unos quinientos metros y solo entonces comenzaron a calmarse. Decidieron descansar en unas rocas que daban a un pequeño arroyuelo. Poco duró la tranquilidad puesto que no habían pasado ni cinco minutos cuando vieron acercarse a un hombre totalmente desnudo, cuya luenga barba tapaba sus genitales. Su único atuendo era una gorra de The Wire. 


-¿Quién es usted? -Inquirió Shakira-. Espero que no sea usted un raper. 


El hombre se acercó a ellos sonriendo despreocupadamente y se colocó a un metro de los dos. El defensa y la cantante hacían lo posible por no mirar el pequeño hongo que asomaba en su bajo vientre, atrincherado tras una hirsuta barba gris. 


-Hola, chavales, encantado de saludaros. Soy J.J Benítez, autor de Caballo de Troya. Fui Best-Seller en España antes que nadie. Ahora vivo en Montserrat, en un OVNI que cayó hace unos años y que he convertido en una especie de autocaravana. Me alimento gracias a raíces, pajarillos y con unos dineros que me gano escribiendo las frases ingeniosas de James Mc Nulty, el policía de The Wire. Os hago un resumen de mi vida así de concentrado porque esto se alarga y leer en Internet cansa. 


-Muchas gracias por hacerlo todo tan fácil, señor Benítez. Yo le leí mucho en Colombia, cuando era pequeña: toda esa mierda de que Cristo podría haber sido un extraterrestre y tal... ja, ja, ja.  -Rió escandalosamente. Mientras tanto, Piqué intentaba capturar peces con la mano-. 


-Sí, bueno, eso y otras cosas. Gracias por acordarte. -Dijo el ufólogo y periodista con expresión asqueada-. Bueno, vamos a lo que vamos: seguidme, que vais a conocer a Dios. 


Sin vencer del todo su desconfianza, Shakira y Gerard siguieron a aquel eremita. J.J Benítez caminaba delante de ellos, guiándoles por la misteriosa montaña. Durante quince minutos vieron su culo blanco en el crepúsculo hasta que llegaron a un claro abierto en el que solo se escuchaba el ruido de los grillos. De pronto, llegó la noche como si hubiese sido empujada por un  ser superior y cayó a la tierra como un saco de cemento. 


-Mirad hacia el cielo. -Ordenó el periodista. 


Los dos obedecieron y pudieron ver como se iba gestando un fenómeno parecido al de la aurora boreal. Sin embargo, aquí la luz iba adquiriendo cada vez mayor consistencia. Al cabo de cinco minutos lo que fuera una pálida luz se había convertido en el radiante rostro de Demis Roussos, el cantante griego. 


-Pero, pero, pero...¿Demis Roussos es Dios? . -Preguntó Shakira al borde de la histeria. 


-Sí, hija, sí. Soy Dios y mi hijo es el cantante que tuvo tantos éxitos en España. Bueno, tuvo tres, pero todavía se canta el Trikitrikitriki, ya sabes: caló hondo.


-Pero ¿y Jesucristo?. -Inquirió Shakira, casi con agresividad. 


-Bah, ese era un falso mesías. Yo soy el Dios verdadero y mi hijo participa de mi sustancia -repuso Demis/Dios con despreocupación. 


-No puedo creer que usted sea el único Dios. -Shakira meneaba la cabeza de un modo frenético, como para deshacerse de lo que para ella era una pesadilla.


-Bueno, te voy a decir la verdad: yo soy el dios de los blancos. Barry White es el dios de los negros, pero es que estás en Montserrat, coño. 


En ese momento intervino J.J Benítez, que les dijo a los chicos: "no desperdiciéis esta oportunidad. Preguntadle a Dios algo que os ayude a vivir".


Shakira se liberó de todos los prejuicios y aceptó que Demis Roussos era el único Dios. Así pues, se decidió a preguntarle lo siguiente :


-Dios mío: dame alguna respuesta para seguir viviendo. Algo que justifique las FARC, mi duet con Miguel Bosé y el hecho de que tenga una relación con este mostrenco .-Piqué no se ofendió porque en ese momento se estaba probando la gorra de J.J Benítez.


-Alla voy -Exclamó Dios-. Solo puedo deciros que amar la vida es la mejor forma de soportarla. 


Durante unos segundos todos escucharon su propia respiración. Bueno, también escucharon la de Demis Roussos, que tenía algo de sinusitis. Shakira levantó el rostro hacía ÉL y dijo, con lágrimas en los ojos:


-Es realmente hermoso. ¿De Gabriel García Márquez, verdad?


-Sí, y de mi puta madre, también. ¡¡Es mío!! ¡¡Soy Dios, coño!! -parecía que la oronda divinidad iba a desatar su cólera de un modo terrible pero pronto se le pasó, por suerte para todos-. 


-¿Tenéis alguna pregunta más para nuestro señor? -intervino J.J Benítez con el ánimo de terminar lo antes posible con la tensa situación-. 


En ese momento Gerard le devolvió la gorra al antiguo ufólogo y, tras lamerse el bigote decidió preguntarle a Demis Roussos por las estalagmitas, que también le creaban dudas. No llegó a terminar la oración porque Shakira le miró con ojos de Gorgona. Piqué balbuceó, se tocó el flequillo con nerviosismo y bajó la vista, sumiéndose en un silencio que fue de agradecer, la verdad.


-Bueno, jóvenes, pues si no tenéis nada más que preguntar yo me largo ya, que estoy terminando un proyecto de terremoto en Turquía con el que se va a cagar la perra. ¡Hasta luego! 


-Adiós, Dios -respondió Shakira, sintiéndose algo redundante-. 


La cara de Demis Roussos fue desdibujándose hasta convertirse en una sombra blanquecina, parecida a nuestra Vía Láctea. J.J Benítez suspiró: su rostro era la imagen de la alegría. Les acompañó de vuelta al coche sin pasar por la cueva, lo cual agradecieron mucho, ya que les daba miedo que la guardiana de La moreneta pudiera propinarles otro puntapié. Cuando llegaron junto al coche, el ufólogo les dijo:


-Ha sido un placer conoceros, chicos. Espero que las enseñanzas de Demis os sirvan de brújula para la vida. Que seáis muy felices, Forever and ever y que todas vuestras mañanas sean Velvet Mornings.


-Lo mismo digo, J.J. Ha sido muy enriquecedor. Prometo leerme toda la saga de Caballo de Troya. Sin marihuana. -La colombiana sonrió de modo cautivador-.


Piqué no abrió la boca: el recuerdo de la mirada de su novia se lo impidió. J.J Benítez le dio un fuerte apretón de manos y con Shakira se abrazó más tiempo de lo que era prudencial. Subieron al coche y arrancaron. Se despidieron todos con la mano, desplegando unas sonrisas francas. Pronto vieron que el ufólogo desplegaba otra cosa a través de la grisácea barba. Pisaron el acelerador y volvieron a la carretera, ahora bañada por la luna. 


-Qué, amor, ¿qué tal tu encuentro con Dios? -preguntó Shakira con la mayor de las suspicacias-.


-Bien. -respondió Piqué- aunque me he quedado con ganas de que viese el futuro y me dijese si me iba a lesionar. 


Shakira no le miró. Permaneció atenta a la carretera mientras apretaba tanto los dientes que los hizo rechinar. Se acordó del Mono Jojoy y se sintió muy sola. Sintió una necesidad desesperada de volver a ver a Demis Roussos. 









 

7 comentarios:

  1. Caballero dos puntos:

    Es un placer comunicarme con entes pensantes de universos misteriosos paralelos al mío. Cuenta usted de todo, lo cuenta bien y tiene guest stars...¡y carámbanos con sabor a limón de cueva! Me quedo por aquí si no le importa para asistir a más cuentos asombrosos.

    Dos saludos.-

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  2. Muchas gracias por leerme, querido Mr. Incógnito. Estaré encantado de que se quede por aquí para asistir al espectáculo de las realidades paralelas y multiformes. ¡Ah! y siempre con guest stars, claro. Cuatro saludos para usted!!

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  3. No he podido leer el rollo, pero al final a piqué le parten la boca no?

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  4. AQUÍ ESTUVO JOSÉ LUIS LÓPEZ ARANGUREN. SE FUMÓ UNOS PORROS Y LEYÓ A SANTO TOMÁS. VIVA MI POLLA.

    Grandeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!

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  5. Víctor, excelente narrativa, felicidades.

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  6. Deslumbrado me has con tus cuentos para no dormir.
    Súper fans,felicidades!

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  7. Excelente!!!!!!!!! desde Argensola 2* haces que mis mañanas sean mucho más agradables... voy a por otra!
    Espero "amb candaletes" que un día me encuentre una histora de la madre del meu "cap".

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